Algo que no advertí es que, después de tu primera experiencia macerando, vas a querer probar nuevas recetas y más recetas y más recetas. Al pensar en los días de juerga o reuniones que se te vienen o por el simple hecho de llegar del trabajo y tomarte tu macerado favorito viendo televisión, escuchando música o navegando en el Internet. Hasta aquí no hay nada convencional, pero espera, si lo hay, vas a querer llamar la atención con tus macerados, vas a querer que se luzcan y para ello necesitas: “Botellas”.
No
pienses que es fácil porque para mí no lo fue, ¿Dónde compras botellas? Busque
en supermercados, mercados, bodegas, centros comerciales y las que encontraban
me parecían “feas”. Llegue a comunicarme con empresas de vidrios para poder comprar algún saldo pero fue inútil, ellos venden al por mayor.
Al ver
mi frustración en esta etapa del proceso, mi enamorada, mi compañera en las
buenas y en las malas junto 04 botellas de vidrios y me las obsequio. Estas eran
increíbles para mí, además que fue obsequiada con amor, buena vibra para un
inicio. Inmediatamente las esterilice para que estén preparadas para almacenar
mi "cocinada". Pero ojo: sigues queriendo más, entonces a reunión
que iba me traía las botellas que podían ser de utilidad, la gente pensaba que
me iba a dedicar al negocio del reciclaje ya que aún no había mencionado nada
acerca de mi plan.
También
traía botellas del club de donde pertenezco y si me preguntaban el por qué me las llevaba, respondía que era para una
buena causa y por supuesto que lo era, estaba armándome para preparar macerados
con pisco.
Al
contar con stock de diversas botellas me sentía tranquilo y “en paz” para
elaborar mis macerados.
Ahora,
la cosa cambio, cuando visito a los amigos, me dicen: “Mira te separamos
botellas”.